La habilitación le permite llegar directamente al mercado chino en lugar de triangular vía Hong Kong, justo cuando los controles sobre estas operatorias se pusieron más severos. JBS, Marfrig y Minerva ya cuentan con plantas habilitadas.
En la reciente visita oficial de China, la Presidente Dilma Rousseff firmó con el Primer Ministro del país asiático una serie de acuerdos comerciales. Entre ellos, se formalizó la derogación de la norma que había prohibido el ingreso de carne brasileña, desde fines de 2012, a raíz del caso atípico de vaca loca de ese momento, según informó el diario Valor Económico.
El año pasado, en visita del Presidente chino a Brasil se había rubricado un compromiso para esta apertura pero recién ahora se efectivizó.
Por lo tanto, el mercado más grande del mundo se encuentra abierto para Brasil, país que ya tiene ocho plantas habilitadas para enviar carne a ese destino. De éstas, cinco pertenecen a JBS, dos a Marfrig y una a Minerva, es decir, las tres empresas locales más grandes.
El secretario de Defensa sanitaria atribuyó a estas ocho plantas una capacidad de exportación a China de U$S 180 millones al año, que equivalen a unas 35/ 40 mil ton peso embarque a los precios promedio que compra ese país.
Además, Kátia Abreu, ministra de Agricultura, afirmó que para junio esperan que queden habilitadas otras nueve plantas de vacunos, más otras de cerdo y pollo.
Esto le permitirá al líder en carnes del Mercosur llegar al mercado chino directamente, en lugar de triangular vía Hong Kong, justo en momentos en que los controles chinos sobre las reexportaciones de esa isla al continente, a través de los llamados canales grises, se habían puesto mucho más severos, complicando los negocios.
En opinión de Valor Carne, las 35/40 mil ton de capacidad de exportación mencionadas, o el doble si se cuentan a las próximas nueve plantas a agregar, lucen muy bajas en relación a las 260 mil ton exportadas a Hong Kong en 2014.