Luego de 30 años de capacitar a más de 4.000 asesores de campo mediante herramientas informáticas para planificar la alimentación animal, un equipo de nutricionistas argentinos comenzó a dar cursos en países vecinos. Un ingeniero agrónomo paraguayo cuenta su experiencia.
“Nuestro diferencial son los software para planificar la alimentación bovina, que es el costo más elevado de la producción de carne. Años atrás, se trabajaba a ojo y era difícil adoptar tecnología. Por eso, desarrollamos simuladores que permiten predecir y comparar las respuestas productivas y económicas de diferentes estrategias nutricionales. Es un cambio conceptual, una innovación en el país”, dijo a Valor Carne Catalina Boetto (en la foto, izquierda), de MBG ganadería, un grupo de especialistas en nutrición animal integrado también por Cachi Melo y Ana Gómez Demmel.
La otra fortaleza de estas herramientas informáticas es que pueden ser utilizadas por cualquier profesional a cargo de la alimentación, no necesita ser un especialista en nutrición. “Por ejemplo, ante un verano seco, el técnico puede analizar cuál será el impacto de diferentes alternativas para aplicar al rodeo de cría y ver su retorno, o sea la preñez que se logrará”, agregó Gómez Demmel. En ese sentido, prosiguió: “si se desteta precozmente, enseguida se notan los progresos, pero si se decide suplementar a las vacas, los resultados tardan en verse y se requiere infraestructura para darles de comer. “Entonces, hicimos ecuaciones que proyectan la respuesta reproductiva rápidamente. Así, el asesor sabe qué conviene y se lo transmite al productor”, explicó.
La historia
Los especialistas se conocieron siendo docentes de nutrición animal en una universidad cordobesa. “En este marzo, cumplimos 30 años como grupo de trabajo. De entrada, nos preocupaba que en el ámbito académico se profundizara cada vez más en la temática, pero que esto no se tradujera en aplicación a campo. Se hablaba de tasas de degradabilidad del almidón de distintos granos, pero para alimentar al ganado se decía: ‘dale un kilo o dos de maíz”. Entonces, empezamos a pensar que en algo nos debíamos estar equivocando ya que en otras áreas los productores adoptaban los conocimientos”, recordó Boetto.
¿Por qué en ganadería no se avanzaba? “Hicimos una revisión interna y nos dimos cuenta que había que orientar la nutrición a la producción; pero para ello faltaban herramientas que permitieran planificar la alimentación. Entonces, asumimos el desafío de desarrollarlas”, afirmó.
Primero implementaron instrumentos rudimentarios como planillas Excel y luego pasaron a la informatización. “Hoy, tenemos una cantidad de herramientas importantes para distintos sistemas de producción: cría, recría y feedlot, además de los formuladores de dietas que se adaptan a la disponibilidad de alimentos de cada zona. Ahora, lanzamos la edición 2017”, comentó Gómez Demmel.
Actualmente, MBG ganadería cuenta con más de 4.000 usuarios permanentes de los software. Son profesionales de todas las zonas ganaderas del país, capacitados por los nutricionistas y a quienes les brindan un servicio de consultoría permanente. “La satisfacción de trabajar con este público es enorme, porque el técnico privado está muy sólo en su tarea, pero sabe que puede contar con nosotros por cualquier duda que se le presente, en el día a día”, planteó.
Más allá de los cursos que dan en Córdoba, Argentina, en 2016 hicieron el primero en Paraguay y en este 2107 están en marcha tres en ese país, además de uno en Uruguay. “Acabamos de volver de Asunción. Nos sorprendió el nivel de los profesionales, aunque muchos campos todavía no están organizados para suplementar todas las categorías y miran a la Argentina con gran interés”, destacó Boetto.
Desde Paraguay
Alfredo Plate, 45 años, es ingeniero agrónomo egresado de la Universidad Nacional de Asunción y administra un campo de cría de la Estancia Salto Cué, Paraguay, a 100 km de Posadas, Argentina.
“Mi familia se dedica a la ganadería desde hace varias generaciones. En los últimos años, con el control de la aftosa, el negocio se hizo más atractivo, hicimos importantes inversiones en infraestructura, fue lo que más impactó en el aumento de la producción”, relató.
En tal sentido, detalló que originalmente el campo era marginal para la cría, se hacía sobre bajos inundables. “Construimos cientos de kilómetros de canales de drenaje, que utilizamos para ganadería y arroz. También, implantamos 1.800 ha de pasturas, entre setaria y brachiara y tangola. Así, se ganó mucho en receptividad: pasamos de una carga de 2,5/3 ha por vaca a 0,6 equivalente vaca/ha. Y de producir 1.000 a 2.500 terneros Brangus por año, con destino final a exportación”, subrayó.
Con respecto a MBG ganadería, Plate dijo que se interesó porque los conocía a través del grupo Crea Misiones, perteneciente a la región litoral norte de la organización argentina, donde participa Estancia Salto Cué. “Nuestro asesor ya había hecho el curso y yo miraba cómo utilizaba el software para formular las raciones, trabajábamos juntos”, contó.
Entonces, decidió participar del curso en 2016. “Fui con la idea de seguir el tema personalmente. Actualmente, lo uso para que nuestras vaquillas de recría ganen peso como para recibir servicio a los 18 meses. Me permite planificar la dieta para asegurarme que van a llegar a los 320 kg, a esa edad. Hago pequeños ajustes según el pesaje, aunque hay mucha coincidencia entre lo que se ve en la pantalla y lo que ocurre a campo, no hay sorpresas”, sostuvo Plate.
Y finalizó: “ahora, le recomendé a mi hermano, también agrónomo, que administra el campo de invernada de nuestra firma, que vaya este año a la capacitación. Es una herramienta muy efectiva”.
Liliana Rosenstein
Valor Carne