Conocer los principios que regulan la producción es fundamental para el manejo del recurso forrajero.
Conocer los principios que regulan la producción de estas plantas es importante porque ellos no sólo determinan el manejo del recurso forrajero, sino que también afectan directamente a la productividad secundaria (producción de carne, leche, cueros, etc.), siendo aplicables a distintos sistemas de producción de forraje como pastizales, pasturas, o verdeos.
Desarrollo y crecimiento
Como en el caso de los cultivos agrícolas, la región en la cual se puede realizar la siembra de una especie está condicionada fundamentalmente por los dos grandes reguladores del crecimiento y el desarrollo de las plantas: la temperatura y el fotoperíodo (duración del día).
Si bien otros factores, como por ejemplo la disponibilidad hídrica, los nutrientes presentes en el suelo, la calidad de luz, o la vía de fijación del carbono (metabolismo carbono 3, C3; carbono 4, C4 y crasuláceas, CAM), también modifican la composición en un stand de plantas y su calidad alimentaria. Son los primeros dos, los factores de mayor influencia en el desarrollo y el crecimiento de las plantas.
Metabolismo
En cuanto al tipo de metabolismo, es a partir del balance entre el CO2 fijado en la fotosíntesis y la respiración que las plantas crecen y modifican su forma y desarrollo.
En el caso de las especies tipo C4 la fijación en tejidos especiales, que se traduce en una mayor área foliar generada y en una mayor eficiencia en el uso de la radiación, les confiere características más favorables para crecer en ambientes con alta temperatura y luminosidad, o con una menor oferta de nitrógeno (son más eficientes en el uso del nitrógeno).
Las C4 son más eficientes para crecer en climas subtropicales y tropicales, aquí las podemos encontrar en pasturas “megatérmicas” y en los pastizales naturales (Brachiaria, Setaria, Gatton panic, Grama Rhodes, Pasto Pangola, Pasto macho, Sorghastrum, Pasto miel, Pasto alambre, etc).
Presentan una desventaja en términos de calidad forrajera ya que traen aparejada una menor digestibilidad del forraje.
El rebrote
El comportamiento post defoliación difiere entre especies que forman matas como en muchas gramíneas (Setaria) y aquellas que colonizan nuevos espacios libres a partir de estolones o guías (Grama Rhodes y Trébol blanco), o las que rebrotan a partir de yemas ubicadas en estructuras denominadas “corona” como por ejemplo la Alfalfa.
¿Qué pasa con el pastoreo?
Existen grupos de forrajeras que presentan mecanismos de resistencia para reducir el pastoreo, estas características morfológicas pueden ser por ejemplo: la presencia de tejidos duros o engrosados, presencia de ceras en la superficie de las hojas, crecimiento rastrero, o la generación de compuestos bioquímicos que reducen la palatabilidad.
Otras especies de mayor tolerancia al pastoreo se caracterizan por mantener sus puntos de crecimiento cercanos a la superficie del suelo, presentar una alta tasa de regeneración de hojas o contar con yemas adventicias. Un punto que debemos tener en cuenta es que el pastoreo no sólo implica la pérdida de hojas, sino que incluye además el pisoteo, la selección de especies y el aporte de deyecciones en superficies reducidas.
Implicancias de la defoliación
• La recuperación de la planta frente a la defoliación depende de la fase de su ciclo en que se encuentre
• En pasturas perennes hay dos períodos críticos: la entrada al invierno y el rebrote a la salida de esta estación del año. La recuperación depende del nivel de reservas (manejo previo)
• El área foliar remanente debe ser suficiente como para permitir el crecimiento de nuevas hojas
• Las plantas son más susceptibles a la defoliación durante las fases de crecimiento que durante el reposo
• Plantas poco vigorosas (bajas reservas), son más susceptibles a la defoliación que las plantas vigorosas
• Otro factor a considerar es la duración de los períodos de recuperación de las plantas (frecuencia de defoliación)
• Los cambios morfológicos son indicadores de variaciones fisiológicas, por lo cual pueden emplearse como indicadores de manejo
• Cuando quedan expuestos los puntos de crecimiento, aumenta la sensibilidad a factores adversos (heladas, plagas, pastoreo, etc.)
• Si desaparecen los puntos de crecimiento (ápices) se pone en riesgo la supervivencia de la planta
Ecofisiología de plantas forrajeras, Ing. Agr. Cristina Ugarte – INTA