En los últimos años, el incremento de las tierras destinadas a cultivos ha llevado a incrementar la utilización de corrales de engorde para asegurar la alimentación del ganado.
Estos espacios, conocidos como feedlots por su nombre en inglés, están en franco crecimiento y permiten intensificar la producción.
Con el objetivo de interiorizarnos sobre su funcionamiento, participamos de una gira organizada por las Universidades de Florida y Minnesota, que nos llevó durante una semana por diversos establecimientos de Estados Unidos. Allí tuvimos la oportunidad de comprobar distintas técnicas, que incluyen el uso de implantes y el establecimiento de dietas específicas con alto contenido de alimentos derivados de la producción de etanol, fuente fundamental de proteína y energía, destinadas a cerrar ciclos de engorde que oscilan entre 120 y 300 días.
En el caso del Estado de Nebraska, que ocupa el primer lugar en materia de engorde a corral, la ecuación está dada por la combinación de una elevada producción de maíz y etanol, con la presencia de ganado de cría y frigoríficos en abundancia. El desarrollo de corrales de gran porte ha llevado a la casi desaparición de los que poseen menos de 1.000 animales, dado que no pueden solventar los costos. A su vez, se tiende a extender el encierro del ganado para lograr mayor peso, llevando los novillos hasta los 750 kilos en algunos casos.
Durante una visita realizada al feedlot experimental de la Universidad de Nebraska, asistimos a una presentación del eminente catedrático Terry Kolpfenstein, quien nos hizo notar el vínculo entre la producción de etanol y el desarrollo de la ganadería. Además, enfatizó sobre la importancia del pastoreo de rastrojos de maíz, señalando que la chala y la hoja ofrecen un muy buen aporte nutricional.
Otro punto fundamental del recorrido fue la hacienda Feller & Co., que engorda unas 30.000 cabezas por año. Allí se utiliza el agua de las lagunas de decantación para regar las chacras, donde no se aplican fertilizantes con fósforos, sino que se realizan correcciones con urea. Una característica de este feedlot es el uso de cuatro dietas diferenciales durante el proceso de engorde, que cierra con una combinación de cebo de cerdo, grano de maíz, forraje, vitaminas, minerales y otras sustancias que mejoran el resultado. Este tipo de dieta es característica de todos los feedlot de Estados Unidos.
Luego de visitar varios establecimientos, la gira concluyó en el Centro de Investigación de Pioneer Hi-Bred, en Slater (Iowa), donde el Dr. Fred Owens, presento ensayos nutricionales en Feedlot. Otro experto en nutrición de rumiantes que disertó fue Roberto Eizmendi, quien según su experiencia, las mayores dificultades con el ganado de cría se producen en los primeros 20 días del ternero. Pasado ese plazo, los animales de engorde registran mejores índices de eficiencia de conversión y sanidad, aspectos a tener en cuenta si se desea aplicar este tipo de sistema de alimentación.
Juan Domenech – Gerente de producción ganadera