Tras clasificarse a la carne roja como producto probablemente carcinógeno por parte de la OMS, el Consejo Latinoamericano de Proteína Animal (Colapa) argumenta que el informe es incompleto y, por el contrario, destaca sus beneficios en el marco de un consumo adecuado y sin excesos.
Una reciente publicación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) causó un importante revuelto en medios y redes sociales al publicar una afirmación de su Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), donde se clasificó el consumo de carne roja como probablemente carcinógeno para los humanos (ver publicación aquí). http://www.todoagro.com.ar/noticias/nota.asp?nid=32377
Al cruce de esta afirmación, salieron diferentes profesionales y entidades vinculadas al sector pecuario, dando fundamentos de que esta publicación no se contextualiza y está incompletamente explicada y descripta.
Una de estas entidades es el Consejo Latinoamericano de Proteína Animal (Colapa), un nuevo órgano creado en 2015 y que engloba a líderes de empresas, organizaciones y productores de 5 países (Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador y México), quien consideró que este estudio que clasifica a los embutidos de carne como carcinógenos y que la carne roja es probablemente carcinógena, está siendo tomado sin el debido contexto y sin la información científica complementaria que permita tener una lectura objetiva de los resultados.
El Consejo, remarca en un comunicado que “la carne roja es una excelente fuente de proteínas, vitaminas, minerales y antioxidantes, por lo que su consumo contribuye a la salud humana” y asegura que “como parte de una dieta balanceada y un estilo de vida saludable, tiene beneficios muy importantes para la nutrición humana y el desarrollo social, ya que contiene proteínas de alta calidad, vitaminas, minerales y ácidos grasos, todos benéficos para la salud”.
Afirma que esta clasificación de productos carcinogénicos no se refiere a la probabilidad de generar cáncer, sino “a la capacidad del elemento de producir cáncer bajo ciertas circunstancias”. A modo de ejemplo entendible, refiere al de la luz del sol, sobre su capacidad que tiene para producir cáncer y por tanto es clasificada como carcinogénica, (en el Grupo 1 de la clasificación, al igual que los embutidos), ya que la sobreexposición al sol puede ser dañina, mientras que una adecuada exposición solar es vital para la salud humana, por ejemplo, en la generación de vitamina D.
Además, el Colapa se remite a la FAO para argumentar los beneficios de las carnes rojas, ya que según la Organización de las Naciones Unidad para la Alimentación y la Agricultura, suministran proteína de alto valor biológico y ricos en nutrientes. Además, son una excelente fuente de proteína de alta calidad, ya que proveen de todos los aminoácidos esenciales que el humano necesita y contribuyen al bienestar de nuestros músculos, huesos”.
La proteína animal también permite mantener nuestro crecimiento, así como la reparación de tejidos y órganos, ayudan al transporte de oxígeno y nutrientes en el torrente sanguíneo.
Para el correcto funcionamiento del sistema y en la defensa contra enfermedades es necesaria la proteína animal. Ya que contiene una gran variedad de nutrientes con alta biodisponibilidad como hierro, zinc y vitamina B, todos necesarios para mantener una adecuada salud. Asimismo, cuenta con varios antioxidantes incluyendo la carnosina, que contribuye a reducir el daño celular.