Durante el primer trimestre del año, se mantuvieron los registros de igual período de 2013. En marzo, se procesó un 3% más que en febrero aunque los machos crecieron mucho más que las hembras. De sostenerse esta situación, se alejaría la posibilidad de entrar en liquidación.
En marzo se faenaron 1.023.000 cabezas de bovinos, 7% más que en febrero pasado y 3% más que en marzo de 2013.
En el aumento con respecto al mes anterior, los machos contribuyeron con +9% mientras que las hembras lo hicieron con +4%. Este menor crecimiento de las hembras permitió bajar su participación en el total, del 46,4% de febrero al 45,3% de marzo.
En la comparación interanual, las hembras aumentaron el 11% mientras que los machos cayeron 2%, por lo que la participación de aquéllas aumentó en relación a marzo de 2013 en 3,3 puntos porcentuales.
En perspectiva
En el primer trimestre, la faena ascendió a 3,06 millones de cabezas, igualando los registros del mismo período del año pasado. Sin embargo, la participación de las hembras en la faena trimestral fue del 46%, 4 puntos más que hace un año.
La faena de los últimos 12 meses, de 12,9 millones de cabezas, superó en 9% al de un año atrás (11,9 millones). El aumento interanual en la participación de hembras fue, en este caso de 3 puntos, al pasar de 41 a 44%.
Por su parte, es importante destacar que el crecimiento de la faena se sigue desacelerando. Mientras el incremento interanual para los últimos 12 meses fue, como se dijo, del 9%, la comparación interanual para el trimestre marcó igualdad. El período terminado en marzo 2014, es el cuarto consecutivo en que la variación trimestral es menor que la anual, lo que muestra la mencionada desaceleración.
Esto sucede tras los 34 períodos -entre febrero 2011 y noviembre 2013- en que la faena se fue acelerando, según esta medición. De sostenerse esta situación, sería un indicador de que el ciclo ganadero se va alejando de la posibilidad de entrar en una fase de liquidación.
De todos modos, las variables no presentan una situación clara. Por un lado hay signos de aumento del riesgo de liquidación (porcentaje de hembras en la faena total) y por otro de lo contrario (desaceleración de la faena). Se necesitaría mejor información sobre la composición de la faena por categoría, algo con lo que hoy no se cuenta, para avanzar en el análisis.
Por lo tanto, desde Valor Carne, insistimos en caracterizar la coyuntura actual como de equilibrio inestable.
El seguimiento cercano de estas evoluciones nos irá descubriendo el rumbo actual del ciclo ganadero, susceptible de giros bruscos en un contexto de variables macroeconómicas volátiles, como tasa de inflación y tipo de cambio, entre otros.