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ganaderia - veremos un precio del kilo de ternero a 30 pesos a fin de ano1

 

Existen sobrados argumentos para fundamentar expectativas alcistas respecto del precio del ternero de invernada durante el segundo semestre de 2015, resultando una posibilidad cierta su ocurrencia. No obstante, la magnitud del esperado incremento estará supeditada a la recomposición que pueda alcanzar, al menos en términos nominales, el valor del gordo con destino faena.

 

Actualmente existen algunos factores que podrían ayudarnos a contestar, aunque sea parcialmente, esta pregunta. Algunos se supeditan a la lectura que se pueda hacer del contexto del negocio, y otros, a interpretaciones de carácter más técnico y/o estadísticos. Ahora, la interpretación concomitante de los mismos, nos puede permitir la inferencia de determinadas tendencias que configuren un escenario de precios más probable para el ternero en los meses venideros.

 

Lo primero a tener en cuenta son los datos de faena actuales, que para el primer cuatrimestre de este año se ubicó apenas por encima de la registrada en el primer cuatrimestre de 2014 (+1.9%). Este aumento interanual se da con un aumento de las categorías vaquillonas, novillos y novillitos; y una disminución en la faena de vacas, terneros y terneras respecto de igual período del año anterior. La aparición de un mayor número de novillos en la faena podría asociarse al atraso en los engordes del segundo semestre de 2014 producto de las abundantes lluvias registradas, haciendo que muchos de esos animales se hayan terminado recién para la faena de los primeros meses del corriente año. No obstante, dicho aumento de novillos en la faena constituye un dato, que de perpetuarse, cortará con la tendencia de reducción verificada en los últimos años en esta categoría, pudiendo interpretarse como el alcance presente de un punto de inflexión de la mencionada evolución, y así perfilarse una cierta estabilidad y un repunte en los valores productivos asociados de cara al futuro.

 

Con respecto a la faena para el segundo semestre, se podría especular con una moderación de la misma, una vez que terminen de salir los animales diferidos de los engordes del año pasado, teniendo en cuenta que, según información provisoria de la primer vacunación del 2015, este año habría entre 2% y 3%  menos de terneros respecto del 2014. Esta merma genera, a prima facie, una reducción potencial en los terneros disponibles para la producción de categorías livianas con destino a faena, principalmente terminadas en feedlot.

 

ganaderia - veremos un precio del kilo de ternero a 30 pesos a fin de ano - grafico1

Cuadro 1: Comparación de animales enviados a faena.

 

El segundo factor importante a analizar es la relación ternero (para invernada)/novillo (431 a 460 kg). Teniendo en cuenta que el período marzo-junio concentra alrededor del 50% de la oferta anual de terneros para invernada, resultaría natural que baje el precio del mismo, haciendo que la relación ternero/novillo registre su menor valor al coincidir temporalmente con el momento de valores máximos para el gordo.

 

ganaderia - veremos un precio del kilo de ternero a 30 pesos a fin de ano - grafico2

Cuadro2: Relación de precios mensual entre ternero invernada (180 a 200kg) y Novillo a faena (431 a 460 kg)

 

Cuando observamos el gráfico precedente, vemos que el valor actual de esta relación se encuentra bien por encima, tanto de la curva correspondiente a los últimos 10 años, como a la de los últimos 5 (esta última muy afectada por los altos precios de terneros de 2010 y 2011).

 

Asimismo, también es posible advertir como luego de tocar el piso anual en el mes de junio, esta relación comienza a incrementarse en concomitancia con la reducción de la oferta de terneros y el incremento de la oferta de animales gordos (livianos) cuyo origen es el feedlot.

 

Para 2015, en función a lo dicho anteriormente, el “piso” de esta relación se encuentra sorprendentemente alto, incrementándose así alta probabilidad de que se alcance una relación ternero/novillo al menos similar a los valores pico registrados en el pasado inmediato (1,44 Nov. 2014), exacerbándose aún más por la ya mencionada menor cantidad de terneros ofertados para este año.

 

Otro factor importante es el precio del alimento. Actualmente el maíz se encuentra en un nivel históricamente bajo, mucho más, si su precio se lo mide en términos relativos al valor de ternero para invernada. Esto sumado a un estado aceptable de los recursos forrajeros de los campos, hace que para los criadores que no tengan necesidades financieras a corto plazo, resulte relativamente sencillo, y muy rentable, diferir las ventas e incidir en el precio atenuando la baja de carácter estacional.

 

La coyuntura del negocio también se verá afectada por el impacto propio de un año electoral que permite suponer, algún cambio en las políticas ganaderas para el corto y mediano plazo. Este factor tiene un doble efecto; en primer lugar: una posible retención de terneras para futuros vientres, apostando a las buenas perspectivas del negocio. En segundo lugar: un diferimiento de la oferta de terneros para invernada a finales de 2015 en espera de las medidas económicas que ponga en funcionamiento el próximo gobierno durante sus primeros tres meses de gestión.

 

Hasta aquí hemos analizado los factores alcistas de un precio del ternero de invernada para el segundo semestre de 2015, ahora, también es necesario remarcar que sin un acompañamiento de los precios de las categorías destinadas a faena, resultará difícil que el ternero de invernada suba mucho más, en términos nominales, de los valores máximos alcanzados durante los últimos meses de 2014. Para que esto suceda deberá existir, al menos, una recomposición del precio de las categorías a faena, que llevan un largo periodo sin incrementos (el valor del novillo para abril de 2015 en el mercado de Liniers es similar al que tenía en julio de 2014). Cabría entonces esperar que en algún momento el consumidor convalide mayores precios de la carne, en un contexto inflacionario general y con la esperada suba del salario producto de lo que vayan logrando las paritarias. Finalmente, y en contra de esto último, resulta fundamental no soslayar la muy buena oferta de carne aviar, y los bajos precios de algunos cortes del cerdo que compiten por una demanda de carne muy bien abastecida.

 

Conclusión:

 

Existen sobrados argumentos para fundamentar expectativas alcistas respecto del precio del ternero de invernada durante el segundo semestre de 2015, resultando una posibilidad cierta su ocurrencia. No obstante, la magnitud del esperado incremento estará supeditada a la recomposición que pueda alcanzar, al menos en términos nominales, el valor del gordo con destino faena. La suba del precio de esta última categoría resulta más incierta, y dependerá de si es o no convalidada por la demanda minorista de carne.

 

Ahora bien, intentando responder la pregunta que dio origen al presente artículo, de no mediar fenómenos atípicos de carácter climático y/o político, que pudieran afectar inesperadamente la economía nacional y al sector en particular, podría esperarse para fines del 2015 una relación ternero/novillo similar, o incluso superior, al pico del año anterior (1,44 en Nov 2014).

 

En este contexto, para que el ternero de invernada llegue a los valores planteados de $30/kg, los novillos (431 a 460 kg vivo) deberían alcanzar un precio en torno a los $20/kg (entre un 15% y un 20% más que el valor actual). Todavía resulta difícil prever tal recuperación en el precio del gordo, quedando como condicionante de dicho fenómeno, la incidencia que pueda ejercer la demanda minorista de carne sobre su oferta que actualmente permanece firme y sostenida.

 

Decisión Ganadera

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